Nuestro presidente nacional, Agustín Valencia, nos da testimonio de la ayuda que se está ofreciendo desde la asociación de Guías y Scouts de Europa.

Los primeros días…

A raíz de la tragedia que aconteció el 29 de octubre, mucha gente se movilizó para ayudar a la vista de la gran necesidad que tenían (y siguen teniendo) los vecinos de los pueblos alrededor de la ciudad de Valencia.

Ha habido una enorme sensación de desamparo en los pueblos, de no ver grandes movilizaciones de los medios públicos e incluso, de ver cómo la rutina continuaba al otro lado del puente que separa Valencia de las poblaciones afectadas. “¿Cómo podían estar unos sin luz y sin agua mientras otros celebraban Halloween tranquilamente?” Es un pensamiento que algunos han compartido con nosotros.

Ciertamente la movilización empezó, los scouts de Valencia y Castellón empezaron a ayudar a pesar de la incertidumbre y el desconcierto.

Un pasaje del evangelio resuena estas semanas y varios lo hemos compartido Mt 25

<<35 porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron

40 Y el Rey les responderá: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo>>

El papel de las redes sociales

Lo cierto es que muchas personas se empezaron a organizar usando las nuevas tecnologías, webs como ayudaterreta.com o ajudadana.es permitían a muchas personas solicitar ayuda identificando dónde y qué necesitaban. Por otro lado, grupos de Whatsapp y Telegram de cada localidad se empezaban a organizar, muchos ofreciéndose, otros pidiendo, otros solo mirando pero otros haciendo tablas actualizando los sitios donde se necesitaba ayuda en cada sitio. Los concejales de las localidades empezaron a moverse por aquí, haciendo de enlace con los voluntarios y con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. De esta manera, se podía avisar de qué calles iban a limpiar los militares con su maquinaria y avisar a los voluntarios para no estorbarles.

Por otro lado empezaban a salir muchos mensajes y videos, que si a donde iba la ropa o la comida, que si los políticos, que si podían estorbar los voluntarios… Permitidme un consejo, para esto y cualquier otra situación, todos los mensajes que solo persiguen sacar lo peor de nosotros, los debemos poner en cuarentena y buscar las fuentes solo con el objeto de lo que buscamos, en nuestro caso, ayudar.

La movilización

Desde entonces se empezó a preparar ayuda desde otros puntos de España, grupos de Madrid y Cataluña empezaron a preparar ayuda, incluso ofrecimos equipos que tenemos en Toledo por si los podría utilizar la UME, Protección Civil o la Generalitat.

Desde Barcelona salieron varias furgonetas llenas con todo el material y alimento que las familias llevaron en solo un día, varios scouts lo llevaron a Valencia y se quedaron varios días ayudando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se habilitó el pedir dinero para ayudar en todo lo que fuera necesario, los primeros días había que comprar muchas linternas y pilas, luego comida y material de limpieza. Y es que la primera semana de noviembre nuestros scouts estuvieron acudiendo todos los días a ayudar.

Leer sus mensajes solo nos hacía pensar en que teníamos que ir a ayudarles, la destrucción es enorme y ves fotos que podrían hacerte pensar en lugares lejanos… ¡pero está aquí al lado!

El segundo fin de semana salíamos varios coches desde Madrid, Alcalá, Pozuelo, Alcorcón o Valdemoro, íbamos llenos de incertidumbre, ¿cómo estaría la gente? ¿Cómo estarían las carreteras? ¿Qué nos encontraríamos al llegar? Otras cosas las teníamos claras, trabajo había de sobra, nos recibían con los brazos abiertos, teníamos organizado dónde descansar, incluso habíamos organizado una compra enorme (con la lista actualizada a ultima hora como lo que nos decían que hacía falta y lo que no) que hicimos llegar directamente a Valencia gracias a un scout que trabaja en una gran cadena de supermercados.

Así que el viernes por la tarde, después del trabajo y las clases estábamos en camino hacia el punto de reunión. Teníamos que sacar el material, clasificar lo que era material para cada equipo y lo que íbamos a llevar a donar, acostarnos pronto que había que madrugar al día siguiente. Habíamos cambiado todos nuestros planes, pero había una emergencia que lo justificaba, y una frase de la Partida Rover resonaba

<<¿Prometes Ajustar Tus Actos Y Pensamientos A Las Exigencias De La Realidad?>>

¿Cómo es un día ayudando?

Aunque ha habido de todo, lo normal es madrugar para evitar atascos y llegar bien a donde toque realizar el servicio.  Así que hay días que nos hemos levantado a las 5h y otros a las 6h., nos hemos desplazado hacia un pueblo en el que ayudar, hemos pasado el día allí parando para comer, y vuelto con la puesta del sol.

Tareas de limpieza en una casa, en un horno que quería empezar a hacer pan, a llevar palets desde un centro logístico del ejército hasta un centro dentro de un pueblo, repartir comida por el pueblo, organizar material en un centro de material, preparar comida para un equipo de voluntarios…. Y no estábamos solos, había un montón de otros scouts, de militares, guardias civiles y bomberos que venían a ayudar en sus días de permiso,

Al final del día aprovechábamos para ir a misa, preparar la cena y también, hacer una velada scout.

Dormíamos en un lugar que nos han cedido, donde podíamos cocinar, ducharnos y dormir.

El domingo también madrugábamos, hacíamos un servicio hasta mediodía, comer, recoger y volver a nuestras ciudades de origen,

¿Qué necesidades hay?

Lo cierto es que las necesidades van evolucionando.

Al principio de la catástrofe faltaba de todo, no había luz ni agua. Pero la mayoría de la luz ya estaba recuperada el primer fin de semana de noviembre y el agua a mitad de la siguiente semana, por tanto, mandar agua ya no tenía sentido. De hecho, hay mucha agua acumulada en polígonos que llegó después de tener agua.

Conforme se iban recuperando las comunicaciones y la logística de los supermercados, las necesidades ya no eran la alimentación “de emergencia” (que al principio es normal mandar pasta y conservas) y evolucionar, tanto en la alimentación como en otras necesidades como de limpieza y cuidado personal. El detergente para la ropa o los platos, productos de limpieza para el hogar o gel y champú eran la prioridad el segundo fin de semana.

 

Conforme llegaba la ayuda también era necesario coordinar esa ayuda, tanto en cuanto a personas como al material a distribuir. Hay centros de distribución en todos los pueblos donde muchas personas organizan la comida, la ropa o los productos de limpieza y de higiene., es una necesidad que continúa.

También hay servicios para hacer llevar la comida a otros centros de reparto más pequeños a nivel de barrio (fallas normalmente) y también para llevar comida y productos a personas necesitadas, principalmente personas de avanzada edad con dificultad para salir de sus casas. Por lo tanto, como puedes comprobar, ya no hace falta enviar material como ayudar a gestionarlo.

Por otro lado, las necesidades de limpieza son enormes. Ciertamente van cambiando, no en cuanto a la necesidad, pero sí dónde ir, conforme unas casas o calles se van limpiando se va yendo a otras. Se requiere limpiar calles, casas, negocios, garajes. El agua llegó a cotas de 1m y 2m, muebles echados a perder, lodos acumulados en todos los sitios, coches también echados a perder.

Hay tareas que requieren maquinaria pesada como el quitar los coches inoperativos de las calles,  tractores con palas para limpiar grandes cantidades de lodo acumulado, o bombas de aguas sucias para vaciar el agua de los garajes.

Hay tareas que se deben hacer con herramientas, palas de mano, cepillos de barrendero o incluso hidrolimpiadoras. No vamos a describir las tareas pero está claro que conforme vamos más días vamos aprendiendo mejor a trabajar en equipo y a ser más eficaces. Al fin y al cabo venimos de distintos grupos y este servicio está siendo también una gran ocasión para compartir y servir juntos.

¿Quién puede ayudar?

Tradicionalmente nuestras actividades son solo para scouts, bajo una programación pedagógica cuidada que hace que no se mezcle una manada con una tropa o un clan.

En esta ocasión, la necesidad es de tal calibre que estamos haciendo un enfoque más abierto, se han unido algunos padres y personas muy afines a los scouts, que conocen nuestra forma de trabajar, nuestra espiritualidad, el único requisito, ser mayor de 18 años.

¿Cómo puedo ofrecerme?

Ponte en contacto con los jefes de tu grupo, te indicarán un grupo de Telegram donde se apuntan todos los que se ofrecen de modo que podamos organizarnos, desde identificar qué material falta comprar a organizarnos entre voluntarios y quienes pueden poner coche.

¿Con qué se queda uno tras un fin de semana así?

Realmente es una experiencia muy intensa, uno se da todo pero también sigue pensando en todo lo que hace falta, así que uno empieza por varias frases de la Partida Rover

“¿Has Pensado Que Para Tener Acceso A La Ruta Es Necesario Empezar Por Salir De Tu Casa Y De Ti Mismo, Renunciar A Tu Egoísmo, A Tu Comodidad, A Tu Seguridad, Buscar Lo Que Es Difícil, Y Querer Vivir Austeramente?”  

“¿Estás Preparado Para Recorrer La Distancia Necesaria Para Encontrar A Los Demás?”

Darlo todo trabajando, pero hacerlo también en Dios, siguiendo en oración, encomendando tu cansancio pero también abriendo los brazos y la mirada para atender al que lo necesite, simplemente estar a la escucha porque han perdido tanto y, a la vez, tener esperanza por tanta ayuda que llega.

Os dejo un video corto con un testimonio que bien ejemplifica lo que encuentras en la gente.

Yo viajo como mayor, pero rodeado de jóvenes, cada uno aporta una cosa, prudencia, energía, fuerza, alegría, sin duda los equipos que están viajando cada fin de semana son una oportunidad y, a la vez, un regalo.