Más de 150 lobatos y lobatas (niños y niñas de entre 8 y 12 años) han disfrutado el fin de semana del 13 y 14 de abril en Sigüenza de una nueva edición del Khanhiwara Nacional. Se trata de una acampada organizada por el Equipo Nacional de Rama Amarilla de Guías y Scouts de Europa en la que las manadas de toda España conviven a través de los aprendizajes de la selva y del contacto con la naturaleza.

En esta ocasión, se han reencontrado 10 manadas procedentes de Cataluña, Madrid, Valencia y Toledo para vivir una experiencia inolvidable al lado de Viejos Lobos y voluntarios. El encuentro comenzó el viernes por la noche con la llegada escalonada de todos los grupos al recinto ‘El Oasis’, del colegio de la Sagrada Família de Siguenza. Ahí, las manadas acamparían y convivieron durante el fin de semana.

 

El sábado por la mañana, después de desayunar y realizar por manadas las actividades propias de la rama amarilla (como la formación o el consejo de la roca), los lobatos y lobatas se dirigieron al emblemático castillo de Sigüenza para iniciar una gran cacería que duraría toda la jornada. Ahí les esperaban Mowgli y Baloo, los protagonistas de la Selva, que necesitaban ayuda para recuperar la armonía en la Selva. 

Divididos por equipos con niños y niñas de otras manadas, los lobatos debían superar juntos distintos retos para conseguir que los animales de la selva recordasen las máximas de Baloo y la Ley de la Selva, herramientas que nos enseñan a vivir con paz y fraternidad. Durante toda la mañana, se enfrentaron a retos técnicos y pedagógicos: desde crear una canción y una danza para el pájaro Ferao, hasta saber guiar a sus compañeros a través del lenguaje del semáforo. 

En definitiva, un cúmulo de aprendizajes y aventuras que sirvió para abrir el apetito antes de la hora de comer. Tras un tiempo de descanso y de compartir junto con el resto de manadas, los lobatos prosiguieron la Gran Caza con el objetivo de reunir las 15 enseñanzas de la Selva que escondían las diferentes pruebas. Finalmente, y tras conocer a todos los animales de la selva, todos los equipos consiguieron recopilar estas lecciones e hicieron recuperar la armonía en el Seeonee. Para celebrarlo, cerraron la tarde con una serie de cantos y danzas en la que todos disfrutaron muchísimo.

Caída la noche, todos los celebraron con una magnífica velada organizada por los viejos lobos y el equipo de lobatismo. Las veladas son una parte fundamental de toda actividad scout, en las que niños y adultos comparten el final del día con cantos, bailes y juegos. Además, es una oportunidad para forjar juntos una gran relación entorno al escultismo.

 

 

El domingo, una vez terminada la Gran Caza, todos los participantes asistieron a la Santa Misa en la parroquia de Santa Maria de Sigüenza junto a decenas de feligreses. Finalmente, tras una formación conjunta en la que se repartieron las cintas de la acampada, lobatos y lobatas cerraron con alegria un fin de semana inolvidable que guardaran siempre en su memoria.

Texto: Oscar Llena Fernández (ETN Comunicacion)                                                      Fotos: Oscar Llena Fernandez, Pau Oliva, Alvaro Jin, Victor Ruiz y Arturo Gutiérrez