Perig Géraud-Keroud y su esposa Lizig se adhieren a la Asociación francesa de la FSE. En pocos años saben imprimir al movimiento un espíritu específico y un dinamismo espléndido, en definitiva un alma. Se convierten en responsables de la FSE. Cuando el matrimonio se retira de sus funciones la FSE cuenta con 50.000 miembros. Estas consideraciones permiten afirmar que son ellos los verdaderos fundadores de la FSE.