En 1913 el padre jesuita Jacques Sevin fue enviado a Inglaterra, donde conoció a Baden Powell y tomó la firme resolución de fundar los Scouts católicos en Francia. Entre 1917 y 1919, escribió su libro más importante, Le scoutisme, étude documentaire et applications (El Escultismo, estudio documental y aplicaciones) y, sobre todo, fundó el primer grupo de Scouts Católicos en Mouscron (1918). Pese a que el Movimiento Scout era visto con recelo en algunos círculos eclesiásticos de la época, el Padre Jacques Sevin, defendió con paciencia y tranquilidad que la enseñanza del Movimiento Scout era perfectamente coherente con la visión cristiana del hombre.